PRESENTACIÓN DEL LIBRO
GASPAR VISTO DESDE ASTURIAS
Intervención de José María Álvarez Rodríguez
Coordinador de esta publicación
INTRODUCCIÓN
Cuando el 11 de junio, en Gráficas Summa, tenía, al fin, entre mis manos, con un olor fresquísimo a imprenta, este libro que hoy os presentamos: GASPAR GARCÍA LAVIANA VISTO DESDE ASTURIAS, sentía que estaba sosteniendo como un sacramental que destilaba el espíritu de Jesús encarnado en nuestro querido Gaspar. Un sacramental porque el libro nos relaciona con los valores sagrados vividos por él. Sus palabras son esclarecedoras al respecto: “mi fe y mi pertenencia a la Iglesia católica me obliga a tomar parte activa en el proceso revolucionario con el FSLN, porque la liberación de un pueblo oprimido es parte integrante de la liberación total de Cristo. Mi contribución activa en este proceso es un signo de solidaridad cristiana con los oprimidos y con aquellos que luchan por liberarlos…”
Reflexionando después sobre el libro, cuando escribía para esta presentación, lo vi como un cáliz lleno a rebosar. Dentro de él toda una gran vida animada por altísimos valores, cristianos y humanos. Un cáliz en el que también había una sangre derramada por muchos, casi todos entre los más empobrecidos del mundo. Ojalá que el contacto místico con Gaspar a través de este libro nos incite a seguir el ejemplo de vida que él nos dio en aspectos tan fundamentales como son la denuncia profética, la solidaridad con los que sufren, el compromiso liberador y la entrega a los demás, aunque no seamos capaces de llegar hasta ese límite de dar la vida.
Una obra colectiva
Y ya a continuación, lo primero que quisiera destacar es que este libro es una obra colectiva en la que con motivo del 40º aniversario han participado diecinueve personas –todas asturianas y relacionadas de una u otra manera con Gaspar. Hay solo dos que no son nacidos aquí: el obispo Pedro Casaldáliga y Teófilo Cabestrero. De Teófilo hablaré algo al final. El obispo Casaldáliga, siendo catalán, él mismo se ha hecho paisano nuestro al llamarle a Gaspar “hermano mío” en el famoso poema que le dedica en su muerte. Así pues, con ello se ha hecho un asturiano más.
Como veréis, en el libro informan de su actividad las cuatro asociaciones conocidas por nosotros que llevan el nombre de Gaspar García Laviana: La Asociación Asturiana, la Cantoría, la Fundación y el Foro. Además, también se recogen algunos artículos escritos en este tiempo que va desde su muerte hasta hoy.
Así pues, el libro que os presentamos es fruto d’ una andecha, diríamos en asturiano, que se hace con el fin de poner un gran hito en el tiempo de la vida de Gaspar para señalar el 40.º aniversario de su caída allá en Nicaragua.
En memoria de Gaspar
A continuación quisiera resaltar que es un libro hecho en memoria de Gaspar. Nosotros, me refiero a los cristianos, sabemos bien la importancia que tiene hacer memoria de una persona para mantenerla viva siempre. Aquí en España se ha popularizado mucho el tema de la memoria histórica en relación a los hechos de la guerra civil española. Es normal la consideración que se le quiere dar de tema importante. Queríamos que el 2018 fuese un momento fuerte en el recuerdo de Gaspar por ser el 40.º aniversario, por cerrar una nueva década de su tiempo. Creo que la presentación de este libro de aquí a finales de año nos ayudará a conseguirlo. Hoy es el motivo central de este encuentro. Habrá una presentación oficial, que procuraremos que sea más mediática, el viernes 5 de octubre a las 8 de la tarde en Sama. El 8 de noviembre, día del nacimiento de nuestro personaje, esperamos hacer un acto en El Entrego, para darle a la biblioteca de esa localidad el nombre de GASPAR GARCÍA LAVIANA, si así lo decide el pleno del ayuntamiento. Allí hablaremos de este libro. Habrá también el lunes 12 de noviembre presentación del libro en La Nueva España de Gijón en compañía de la Fundación Juan Muñiz. Los días 30 de noviembre y 1 y 2 de diciembre, está programado un encuentro nacional en Gijón de Redes Cristianas y en él estará presente de manera especial Gaspar. El 11 de diciembre se presentará este libro en La Hueria de Carrocera, un lugar muy ligado a Gaspar, pues Les Roces, donde nació, es un pueblo de ese entorno. Posiblemente se haga la presentación del libro en alguna biblioteca de Oviedo. Y ya por fin llegaremos al día central de la celebración de la eucaristía y ofrenda floral en Tuilla. Esperamos poder unir fuerzas para que ese día, todos unidos, podamos más brillantemente hacer memoria de Gaspar y que el 2018, como lo fue el 2008, quede señalado como un año especial dedicado a él.
Visión de conjunto del libro
Está prologado por José Ramón Pérez Ornia, que nos está acompañando también hoy. Es la persona que estuvo más cerca del libro durante toda su gestación, especialmente al final, para dar los retoques de forma definitivos. Hay que decir que su categoría profesional relacionada con la comunicación añadía valor al libro al ser prologado por él. Logré que fuera él también quien hiciese una introducción al libro tratando de pergeñar un esbozo cronológico de la vida de Gaspar que nos ayudase a situar correctamente en el tiempo los distintos momentos de su vida. Aunque era una labor difícil, creo que ha logrado alcanzar sobradamente el objetivo que se pretendía. Quede constancia también aquí de nuestro especial agradecimiento.
El primer capítulo, Reflexiones con ocasión del 40.º aniversario, lo integran artículos escritos por unos autores de nuestro entorno y relacionado de algún modo con la figura de Gaspar. Fueron invitados a abordar libremente el aspecto que ellos quisieran resaltar de su vida.
En el segundo capítulo se trató de contextualizar a nuestro personaje: se habla de la cuenca minera, -donde nace y crece-, del seminario y de los Misioneros del Sagrado Corazón, donde él se consagró sacerdote; se habla de los curas guerrilleros y de los curas obreros, porque él fue las dos cosas, y también se trata el contexto ideológico que había en aquellos años setenta, cuando él desarrolló su actividad misionera. Eran tiempos marcados por el concilio Vaticano II, la Conferencia de los obispos latinoamericanos en Medellín y la Teología de la liberación.
El capítulo tercero, Ecos en Asturias de la muerte de Gaspar, lo abre el poema de Pedro Casaldáliga. Luego sigue una síntesis de lo que se dijo de Gaspar con ocasión de su muerte en la prensa asturiana (Región, La Nueva España, La Voz de Asturias y Asturias, diario regional) y lo que apareció en algunos medios de información de la Iglesia (Esta Hora, órgano diocesano, y Nuestra Hora, hoja interparroquial de Langreo). También se recoge aquí la respuesta de solidaridad con Nicaragua que surge en Gijón y se expande por algunos lugares de Asturias. Se cita a quien fue el principal animador de esta iniciativa, José Manuel Bárcena. Todo este material ha sido recogido pacientemente y conservado con todo cariño por Alfredo Cueto Rodríguez a quien debemos agradecerle poder hoy disponer de información tan valiosa sobre Gaspar. En este capítulo tercero se citan además otras publicaciones que vieron su luz con ocasión del 20.º y 30.º aniversario de la muerte de Gaspar.
En el capítulo IV y V nos adentramos en el corazón mismo de Gaspar al oír sus palabras y leer sus escritos. La conversación en la Felguera con sus amigos curas de Langreo nos hace ver la gran tensión que vivía en aquel momento Gaspar al tener que decidir si volver o no a Nicaragua, donde ya era perseguido y había sido amenazado de muerte. En la entrevista a Interviú le oímos hablar como militar del FSLN, donde entra al darse cuenta de que él mismo con su vida de pastoral parroquial estaba siendo un servidor más de la dictadura somocista. En la conversación telefónica que se recoge, Gaspar se expresa como un guerrillero internacionalista que ve la necesidad de llevar la lucha revolucionaria a toda Latinoamérica.
En las cartas, que podemos leer en esta parte del libro, habla de sus dudas, de la soledad que siente a veces, de las añoranzas que le laceran. Explica también en ellas su decisión de entrar en la guerrilla, que es más vital que teológica. Sabe que por ello la Iglesia le quemará in saecula saeculorum, pero él sobre todo quiere ser fiel a sí mismo y a la gente, «así me cueste la vida», dice. Nos habla de sus miedos, que sabe tragarse y disimular, pero también de la paz que siente: «parece mentira que entro en guerra y siento intensa paz». «No hay nada que valga tanto la pena como liberar a un pueblo». Son palabras suyas. Sabe que su decisión de entrar en la guerrilla será incomprendida por muchos, pero le anima que sí le entiendan sus hermanos MSC de Latinoamérica y se alegra por la evolución de algunos sectores de la Iglesia. Da escalofrío leer en sus cartas, igual que en alguno de sus poemas, cómo siente tan cercana y tan certera su muerte.
Esperamos que, al ir recorriendo estas páginas, los lectores lleguemos a conocer el gran corazón de Gaspar, sensible sobre todo al sufrimiento de los empobrecidos, que fue lo que en definitiva le motivó para asumir tan valiente y generosamente ese compromiso suyo tan radical que le condujo a la muerte. Gracias, Gaspar, por tu vida, tan ejemplar, por tu compromiso tan radical en la liberación de los más humildes.
Después de los cinco capítulos, que son la parte central del libro, vienen unos anexos, que son de igual importancia.
El primero se titula En memoria de Gaspar.
Para honrarle y mantener viva la memoria de Gaspar le dedicaron calle en Tuilla, el pueblo donde creció, en Gijón, la ciudad con más habitantes de Asturias, en Oviedo, capital del Principado, y en Lugones, la localidad más poblada del Ayuntamiento de Siero. Muy cerca de Les Roces, donde nace nuestro personaje, sale desde el barrio de Perlada, un paseo que va hacia la Hueria de Carrocera que recibe el nombre de Gaspar García Laviana. Con ese mismo fin de mantenerle siempre presente entre nosotros, cuatro asociaciones, ya citadas, le han dado su nombre. Entre ellas la nuestra, que además mantiene una web donde se le dedica una atención especial a Gaspar. Esperamos que no tardando mucho se pueda leer en ella este libro en cualquier parte del mundo. En las web o blogs de las otras asociaciones también se destaca la figura de Gaspar.
En este primer anexo se informa igualmente de los encuentros que tenemos en Tuilla en torno al 11 de diciembre con motivo del aniversario de su muerte. Se habla de las celebraciones de la eucaristía en la iglesia parroquial y de las ofrendas florales ante el monumento de Gaspar que hay en una plaza de la barriada. En el libro aparecen algunas fotos de estos encuentros y textos que allí se leyeron.
También se habla aquí de homenajes que se le hicieron a Gaspar y del cortometraje Tierra de guerrilleros, en el que Gaspar es protagonista infantil al lado de Mata, un fugau de La Hueria, comandante como él de la guerrilla que se mantenía en los montes asturianos.
El anexo segundo está dedicado al Documental y libro de RTPA que se hizo con motivo del XXX aniversario: Gaspar, misionero y comandante sandinista, cuyo impulsor fue José Ramón Pérez Ornia. Con el largo tratamiento que le da el libro a esta obra se quiere destacar la importancia que tuvieron estas publicaciones para revivir la memoria de Gaspar en unos casos, y en otros para darle a conocer.
En el anexo tres se recogen textos y artículos dedicados a Gaspar en Asturias. Es importante que de vez en cuando aparezca algún escrito sobre Gaspar en los medios. Del que no se habla es como si no existiese. Debemos escribir sobre Gaspar, hacerle homenajes, mesas redondas…etc. Precisamente se está gestionando darle su nombre a la biblioteca de El Entrego. Además del significado del hecho en sí mismo, tratar este asunto y recoger firmas de apoyo a esta solicitud al Ayuntamiento de SMRA supuso hablar mucho de Gaspar en esta localidad donde nació. Se buscaron apoyos también fuera de SMRA.
Ya al final tenemos el epílogo y los agradecimientos. El libro termina con la entrevista ficticia que le hace a Gaspar Teófilo Cabestrero, Con Gaspar allá en el cielo, que me pareció un estupendo final para el libro. Cabestrero era para mí un conocido sacerdote claretiano, cuyos escritos yo leía desde mi etapa de estudiante, y aunque no nacido en Asturias, obtuvo gracia para entrar a formar parte de esta publicación por ser un teólogo de la liberación que había estado durante tres años ligado a Nicaragua (1980-83), donde dirigió el departamento de publicaciones del Centro Ecuménico Antonio Valdivieso; fue miembro fundador del semanario El Tayacán, juntamente con otros y Mino Cerezo, pintor de la liberación, especialmente también presente en nuestro libro, pues este claretiano de Villaviciosa hizo el diseño de la portada y escribió además un artículo. Ha mostrado un especial interés por el libro lo que le agradecemos de verdad.
Gaspar había caído en la lucha dos años antes de hacerle Teófilo Cabestrero su entrevista. Me pareció estupenda la idea, y un acierto el hacerle unas preguntas cuyas respuestas son palabras auténticas de Gaspar, que toma de sus dos importantísimas cartas: la que dirige a los nicaragüenses y la que le habla al clero católico y a las religiosas.
En los agradecimientos, que hay que dar a todos los que colaboraron, se resalta de manera especial la aportación de Alfredo Cueto y de José Ramón Pérez Ornia. De la aportación de José Ramón ya os he hablado. De Alfredo es todo el material periodístico que se cita en el libro, que, junto con otros muchos documentos, ya está presente en la web del Foro. Fue el aliciente inicial para intentar la obra que hoy tenemos ante nosotros. El agradecimiento al Ayuntamiento de Langreo ha de ser igualmente especial: sin su patrocinio este libro no hubiera sido posible.
La visión que de Gaspar se da en el libro
La visión que de Gaspar se da en el libro se podría decir que es partidista. Todos los que hablan lo hacen desde el afecto o la comprensión. El libro habla de Gaspar desde la perspectiva ideológica que defiende la necesidad de una Iglesia muy distinta, con sacerdotes y laicos comprometidos en el quehacer de un mundo mejor, y de una sociedad diferente, donde, tal como Gaspar quería, los empobrecidos fueran centro de atención y objeto de liberación.
Únicamente, cuando se incorporan las voces de los lectores de La Nueva España en el momento de su caída en la guerrilla, aparecen comentarios que condenaban el hecho de que un cura empuñase las armas, sin importarles que fuese para defender a los que estaban siendo violentados por los poderosos de aquel país que conculcaban los derechos humanos de los campesinos, en algunos casos reducidos a una vida de esclavos que trabajaban para enriquecer a unos pocos que se convirtieron en dueños suyos. El diario Región manifiesta claramente que estaba en contra de la opción que había tomado Gaspar.
En el libro podemos ver la postura de la Iglesia asturiana inmediatamente después de la muerte de Gaspar. A pesar de pedírselo, al funeral en Tuilla no asistieron ni el arzobispo ni el vicario general. El rechazo al cura guerrillero les impidió acercarse al dolor de la familia y de los amigos del sacerdote muerto defendiendo a los desheredados de la tierra. La mayor parte del clero asturiano no apoyó al cura guerrillero que había muerto por defender a los maltratados por el régimen somocista. Pero hubo una parte de la Iglesia asturiana de entonces que se identificó plenamente con lo que significaba Gaspar: “nos solidarizamos en todo con Gaspar García Laviana”, sintetizaba el diario Asturias dándole ese título al artículo que la periodista María Jesús Díez hizo el 22 de diciembre entrevistando a unos cuantos curas gijoneses. No fueron sólo palabras, también se inicia un movimiento de solidaridad con el pueblo nicaragüense, animado muy especialmente por el sacerdote José Manuel Bárcena, al que acompañaron otros que aún viven y son testigos de ese compromiso que aún hoy mantiene la Asociación Asturiana GGL.
Gaspar aparece en el libro como un referente de lo que debe ser un buen comportamiento humano y cristiano. No se puede pasar de largo ante el sufrimiento de los demás, sobre todo cuando sobrepasa los límites normales, y más cuando son otras personas las que lo causan. Podremos diferenciarnos en el modo de comprometernos pero no podríamos justificar el mirar para otro lado y vivir como si nada horrible estuviese sucediendo a nuestro alrededor. El mismo Gaspar lo hizo de distinta manera en cada momento de su vida. Antes de incorporarse a la guerrilla estuvo presente en la lucha de liberación de distinta manera. Lo importante es ser sensible ante el dolor de los demás, ante las injusticias que empobrecen y reducen a la miseria a seres humanos y tratar de cambiar la situación, ello según las fuerzas que uno tenga y el modo que crea más conveniente.
Nada más por mi parte. Gracias por vuestra atención.
Gijón 22 de junio de 2018.