PROFETISMO LAICO

En general, la mayoría de obispos y curas, que son quienes asumen la representación institucional de la triple función de Jesucristo (sacerdote, profeta y rey), ejercen casi exclusivamente la sacerdotal y la de gobierno. El carácter profético lo suelen ignorar y ello, naturalmente, en perjuicio de quienes habrían de beneficiarse: los que sufren los abusos de los poderosos, pues es inherente al profeta salir en defensa de quienes son oprimidos o explotados, o, heridos por cualquier tipo de desgracia, son desatendidos por la sociedad.

 

En la historia antigua de Israel que recoge nuestra Biblia también hubo épocas de carencia: o no los había o  eran falsos los que se postulaban como tales. Pero Dios se las arregla siempre para salir en defensa de los pobres. Sí, también hoy escuchamos voces de crítica y de denuncia pero son profetas laicos, que podemos oír o leer en los distintos medios de comunicación: radio, televisión, conferencias, prensa, revistas...,  o en Internet. Reflexiones que nos abren los ojos, que nos enseñan a analizar y descubrir lo que hay detrás de los acontecimientos tan dolorosos que nos ha tocado vivir. Nos ayudan a ver la realidad, a desenmascararla y a enjuiciarla, incluso a contestarla.

 

Señalemos, en primer lugar, el artículo de ISAAC ROSA en Público, 15 de enero de 2012. Menciona a Maquett Taibbi, que en su libro CLEPTOPÍA nos dice que el verdadero nombre de lo que se llama crisis es estafa, que el problema no es financiero sino criminal, porque hemos sido robados. Los que nos han llevado a esta situación son unos delincuentes que la policía tiene que poner ante los tribunales. Para M. Taibbi el mundo financiero es asimilable a la mafia y al narcotráfico, con gobernantes a su servicio. Vivimos en un paraíso para ladrones: en una cleptopía. Este es un lenguaje que se parece al de los profetas. Uno alucina cuando lee que el Banco Central Europeo presta dinero, nuestro dinero, al 1,5% a las entidades financieras, a los bancos, y con ese dinero, que es nuestro, compran deuda soberana de España, nuestra deuda, a cambio del 4, 5, 6, 7 %, que nosotros tenemos que pagarles. ¿Este es el mundo de las finanzas o el mundo de la estafa? Por eso el título del artículo de Vicenç  Moreno: El BCE, lobby de los bancos. Nuestro Banco Central Europeo es un instrumento de presión a favor de los bancos y en contra del pueblo europeo, de quien es el dinero que a él llega. Es lo mismo que nos dice Bibiana Medialdea: con nuestro dinero se está subvencionando la especulación de la que nosotros mismos somos sus víctimas. Lenguaje directo, sencillo, que cualquiera puede entender.

 

En segundo lugar podemos citar lo que leímos en la revista semanal Magazine, 2 de septiembre de 2012. LUCÍA ETXEBARRIA, en la sección titulada SIMPATÍA POR EL DÉBIL, firma un artículo: EL LADRILLAZO: UNA HISTORIA DE TERROR, en el que denuncia la corrupción urbanística de algunos alcaldes, concejales o técnicos municipales “dispuestos a llenarse los bolsillos”. Denuncia la historia que se repitió en muchos sitios: “los promotores compran no edificables. Pagan una cantidad a los corruptos de los ayuntamientos. Los corruptos recalifican el terreno y los convierten en edificable. Los promotores revenden el solar, ya a un precio más elevado, o construyen sobre él. Y luego el desenlace: “dinero fácil para todos y posibilidad de repetir la operación casi hasta el infinito. Ecosistema destruido. Burbuja inmobiliaria. Destrucción de empleos en sectores que no sean el inmobiliario, turístico, hostelero. Finalmente, crisis... El dinero público robado podría ascender a 25.000 millones, o más. Si se pudiese recuperar no harían falta recortes. Se podría acabar con esta lacra mediante un pacto entre todos los partidos. Que incluyera compromisos políticos como la destitución inmediata de cualquier cargo electo o de libre designación que esté imputado; medidas efectivas contra el transfuguismo; transparencia informativa sobre todas las obras públicas de cada ayuntamiento; exigencia de conservación de documentos; prohibición de aceptar regalos; ausencia de cargos de designación política... Un cargo público no debería pertenecer a los consejos de administración u órganos rectores de empresas cuya actividad esté relacionada con las que gestione el ayuntamiento. Esta escritora termina el artículo con estas palabras: “Como se ve, las medidas propuestas son de fácil aplicación y no requieren una reforma de la Constitución ni una ley orgánica. ¿Por qué entonces no se toman medidas inmediatas? Porque demasiado dinero está en juego. Y porque ese dinero va a los bolsillos precisamente de los mismos que podrían cambiar las leyes. Si la partitocracia no quiere cambiar las cosas, es responsabilidad nuestra exigir un cambio o propiciarlo. A partir de ahora nos queda imaginar cómo hacerlo. Si podemos soñarlo, podemos hacerlo posible.”

 

Como tercer ejemplo donde podemos oír la palabra de los profetas (laicos) de hoy vamos a citar la valiente y acertada proclama de FRANCISCO ÁLVAREZ MOLINA en su “YO ACUSO”, donde Paco Álvarez, como le conocemos en el programa de Pepa Fernández de Radio Nacional, acusa a la clase política mundial de ser la principal responsable de la crisis económica que estamos viviendo...; acusa al FMI, al Banco Mundial, al G20, al G7, a la OCDE, a la UE, y a todos los organismos internacionales, repletos de insignes especialistas, de haber sido incapaces de evitar la crisis económica que la ciudadanía sufre...; acusa a los bancos centrales de aplicar una política monetaria injusta cuyos nefastos resultados paga la ciudadanía..., al PSOE y al PP de haber engañado a los votantes que les otorgaron su confianza por haber hecho todo lo contrario de lo que prometieron en sus programas electorales. Los dos partidos mayoritarios en España, desde que tenemos democracia, nos han prometido el bienestar…y a los resultados me remito, dice Paco Álvarez… Y sigue: Es demasiado fácil comprometerse a hacer cosas y luego utilizar pretextos para decir que hay que hacer lo contrario. Tener conciencia de lo que uno promete implica obligatoriamente saber en función de qué aspectos las promesas pueden ser realidad. ¿Cómo calificar a los que no tienen los medios para hacer lo que prometen? Que cada cual utilice el calificativo que le parezca adecuado. Igualmente acusa “a los partidos políticos españoles, sean del color que sean, como responsables de la catástrofe de las Cajas de Ahorros..., a los dirigentes de las entidades financieras, bancos o cajas de ahorros, de no sentirse responsables de las decisiones que en su momento tomaron, reclamando además ahora indemnizaciones multimillonarias porque a algunos se les ha despedido…, a los actuales directivos de las entidades financieras, muchos de ellos siendo los mismos que las han llevado a la delicada situación en la que se encuentran, que sigan teniendo salarios y ventajas que chocan frontalmente con los esfuerzos que se están pidiendo a todos los españoles. Y, finalmente acusa “a todas las españolas y españoles, entre los que me incluyo, que aceptemos, sin más, la situación que estamos viviendo. No nos engañemos porque, digamos lo que digamos, somos nosotros, todos nosotros, los que permitimos que las injusticias generadas por el modelo económico vigente puedan existir”. 

 

España ha sido llevada por sus dirigentes a una crisis económica nunca vista en los años que llevamos de democracia, tal como se refleja en el altísimo número de parados, casi seis millones en estos momentos. Esto implica el empobrecimiento de un número aún mayor de personas. Nos han metido en un túnel que no parece tener salida, o que, según nos dicen, se saldrá de él con mucha dificultad. En estas circunstancias son muchos los que han caído en el desánimo o incluso en la desesperación. Muchos católicos esperan de sus jerarquías no sólo unas palabras de análisis y denuncia, evidenciando quiénes son los  responsables de los males que nos afectan, exigiendo cambios en la política económica para que no sean siempre los más débiles quienes paguen las consecuencias tan desastrosas a las que nos condujo el neoliberalismo aplicado al mundo de la producción y de las finanzas.  Muchos son los que esperan también unas palabras de aliento que animen a los decaídos y unas palabras que inviten al compromiso de aunar esfuerzos para lograr una sociedad más justa. Pero la Conferencia Episcopal Española sigue muda. No así Dios, al que algunos creyentes creemos oír su voz en las palabras de ánimo de algunos críticos sociales.

 

Es el caso del artículo de ROSA MONTERO, “SOBRE EL APOCALIPSIS Y LOS CHORIZOS” en el PAÍS SEMANAL del 19 de Agosto de 2012,  que nos anima diciéndonos que después de cada Apocalipsis, “luego la vida seguía, siempre ha seguido, con más o menos daños, con mayores o menores bajas, pero con esa tenacidad y esa potencia soterrada que la vida tiene. Este momento en el que estamos no puede ser peor; lo que sí creo es que estamos más blandos, más desacostumbrados a la lucha... Sin duda mucha gente está sufriendo, pero podremos con ello...”. Esta autora denuncia la situación y nos invita al compromiso: “creo que nos ha llegado el momento de la realidad y la madurez. Del cambio de sociedad y del compromiso. Porque yo también estoy harta de los políticos, de los diputados con cinco casas en Madrid que cobran dietas de alojamiento, de los infinitos asesores que todos tienen y que pagamos los ciudadanos; estoy harta de los escándalos y la desvergüenza y la marrullería y de que haya personajes que, como Dívar, después de darse una vida opípara a cuenta de nuestros bolsillos, digan que dimiten “sin conciencia de culpa”. Esto es: me indigna y escandaliza que se atrevan siquiera a mencionar la palabra conciencia”. Así, hablando sencillamente, directamente, sin pelos en la lengua, como hay que hablar para que te entiendan, como hablaban algunos profetas. Y no falta una llamada a la responsabilidad de todos, pues todos de alguna manera estamos implicados en “alguna de las líneas de sombra, de la tendencia al amiguismo, al enchufe, a ese sectarismo que hace que votemos una y otra vez a declarados chorizos, tanto en el PP, como en el PSOE o IU (y no es sólo cuestión de ideología, sino también interés personal, porque para eso son los nuestros y nos van a favorecer, nos van a dar empleo, prebendas, negocios, subvenciones)... En resumen: podemos salir de la crisis, pero creo que, para eso, además de exigir justicia, (cárcel para los banqueros de las preferentes, por ejemplo), también hay que asumir las propias responsabilidades. Y cambiar, y comprometerse en la regeneración, y ser solidarios”.

 

Estos son los profetas de hoy. Son periodistas, profesores, intelectuales... Y también hay algunos otros: personas individuales o alguna ONG, grupos o movimientos del laicado católico, que incomodan a sus jerarquías por su toma de postura ante los distintos problemas de la sociedad. Son voces para ellos disonantes. Sí, el profetismo de hoy es un profetismo sobre todo laico, de dentro y de fuera de la Iglesia, que no vive a la sombra de ningún campanario, ni a techo de ningún solideo. Es un profetismo que puede tener o no motivaciones religiosas, pero que seguramente en ambos casos está enraizado en Dios, en el mismo Dios de Jesús de Nazaret, el Dios al que podemos oír hablar y con el que podemos dialogar sin entrar en ningún templo.

 

También podemos oír la voz de algún clérigo dentro de la Iglesia católica, pero casi siempre son de los rechazados por sus jerarquías eclesiásticas, clérigos a los que marginan prohibiéndoles enseñar en sus universidades, escribir en sus empresas editoriales o en sus revistas... Hay gente entre el “bajo clero” que está a pié de calle al lado de los que sufren, que los acompañan y los alientan y hasta, con toda razón, los animan a revolverse contra este mundo que no cesa de humillarlos. El acompañamiento cristiano ha de ser necesariamente liberador.

 

FEBRERO 2012. JOSÉ MARÍA ÁLVAREZ