“ESPAÑA ESTÁ CRECIENDO”, PERO…

¿QUIÉN ES EL QUE CRECE AQUÍ?

 

España ha despegado, estamos creciendo. Este va a ser el sonsonete con el que algunos nos aburrirán día tras día hasta que acabe este largo período electoral. Rajoy reivindicó las reformas llevadas a cabo por su Ejecutivo, y auguró que este año España será el país de la UE que más crezca –por encima del 2%–. Se crearán más de un millón de empleos entre 2014 y 2015. Somos los que más crecemos.

Ahora bien, no hemos de quedarnos sólo con los slogans de los políticos, que con frecuencia lo único que buscan es encantarnos con sus palabras para conquistar nuestro voto. Es imprescindible adoptar siempre una actitud crítica y analizar sobre todo los estribillos propagandísticos, sea quien sea el orador.

Es verdad que crecemos un poco, insuficientemente, en el Producto Interior Bruto. Pero la cuestión no es sólo el crecimiento global, sino lo que nos importa sobre todo es cómo se reparte ese aumento de riqueza. E importa también mucho saber cómo está repartida la existente anteriormente. Porque sí, nos interesa crecer, y cuanto más mejor, pero nos interesa aún más que toda la riqueza esté equitativamente repartida. Pero lo que de hecho está sucediendo es que cada vez se distribuye peor, cada vez los ricos son más ricos y los pobres más pobres. El informe de Cáritas, FOESSA 2013, muestra una sociedad fracturada a causa del severo aumento de la desigualdad. Teniendo en cuenta la renta disponible de los hogares, España es hoy el segundo país más desigual de la UE. Y si consideramos los patrimonios, que son los que mejor miden la desigualdad y los que reflejan el auténtico poder económico de la gente, estos son los datos: el 1% de la población tiene el 27% de la riqueza patrimonial y el 30% de la población el 2,3%. Por eso se dice que el principal problema de España no es la pobreza, sino el mal reparto de la riqueza. Lo realmente importante es cómo se hace una equitativa distribución de la riqueza que hay y la que se está generando. ¿Qué le importa a uno vivir en un país más rico si él sigue siendo pobre? ¿Qué le importa a alguien que España crezca algo, ni que sea la que más crece de toda la UE, si a él no le toca nada de ese crecimiento?

Resaltar que somos los que más crecemos en el PIB de la UE es también engañoso. Ya quisiéramos crecer como Alemania o como Francia y tener el mismo número de parados que esos países y parecido nivel de vida. Nuestra situación es tan diferente en relación a ellos que este mayor crecimiento es poco significativo, es irrelevante.

Es importante tener en cuenta desde dónde estamos creciendo y quién nos ha llevado a esta situación. Fijémonos, por poner un ejemplo, en un sector especialmente sensible: los niños. El Informe anual de Unicef describe una situación llena de desigualdades en España que indica la despreocupación del Estado en proteger a los niños, reduciendo bruscamente los recursos destinados a la infancia. “España es el segundo país de la Unión Europea, tan sólo superado por Grecia, en el que menos capacidad tiene la intervención del Estado (mediante transferencias sociales) para reducir la pobreza: sólo 6,9 puntos frente a otros países como Irlanda que llegan a reducirla en 32 puntos. En un informe de la Comisión Europea realizado por expertos independientes se asegura que "la situación en Rumanía, España, Bulgaria, Grecia e Italia es particularmente preocupante. De hecho, estos países combinan las tasas más altas de pobreza infantil (entre el 26 y 35%) y el más bajo impacto de las ayudas sociales sobre ellas (del 16 al 35%)". Los 2.306.000 niños bajo el umbral de la pobreza en 2013 (el 27,5%) o el número de los hogares con niños en los que todos los adultos están sin trabajo (que ha crecido en un 290% desde 2007) nos indican bien claramente hasta dónde nos han llevado los responsables, tanto nacionales, como europeos, de la gestión pública, que han defendido sobre todo los intereses de los ricos, enriqueciéndolos aún más.

Respecto a quiénes son los responsables de esta situación ya hace tiempo que lo hemos oído al economista Vicenç Navarro: Los políticos que han estado, y están, al frente de los Estados son los que nos han llevado a esta situación, debido a la ideología neoliberal que han adoptado. Es imprescindible una cierta regulación de los mercados, para que los ciudadanos estemos protegidos sobre todo de la especulación financiera y productiva. No sólo necesitamos una política antiterrorista, sino también anticapitalista. No lo olvidemos: el capitalismo también mata.

En este tiempo de elecciones nos interesa saber qué harán en el futuro los distintos partidos para conseguir un reparto más equitativo de la riqueza. Lo que sí sabemos es lo que han hecho todos los gobiernos: legislar cuidando no perjudicar los intereses de los más ricos, o favoreciéndolos directamente. También sabemos lo que no han hecho: proteger los intereses de los más débiles (los puestos de trabajo, las preferentes, los desahucios,…). Esto es lo que refleja la obscena desigualdad que hay en España. Es muy importante mantener siempre, pero sobre todo ahora, una actitud crítica ante el discurso político, unas veces engañoso y otras demagógico.

José María Álvarez. Febrero de 2015.

INFORME DE CÁRITAS

La desigualdad en España

La imagen de la desigualdad en España en 2014

Informe anual de Unicef