MANIFIESTO DE LOS ASISTENTES AL ANIVERSARIO DE L A MUERTE DE GASPAR GARCÍA LAVIANA, 11 DE DICIEMBRE DE 1978, CELEBRADO EN JOVE, GIJÓN EL 12 DE NOVIEMBRE DE 2011.

 

1.- Hacemos memoria de la muerte de Gaspar porque queremos mantener vivo su testimonio de entrega a la causa de los más pobres de Nicaragua, ejemplo que debiéramos seguir allí donde cada cual viva su vida. Aprovechamos este encuentro para decir como colectivo a la opinión pública cuatro cosas.

 2.- Todos sabemos que el principal problema hoy de muchos de nuestros hermanos es que no tienen trabajo. Al cabo de cierto tiempo, si no reciben ayuda, no podrán satisfacer sus necesidades fundamentales. Bajo ningún pretexto el Estado puede soslayar la obligación social de proteger a los afectados por esta dura crisis. En estos momentos ser solidarios, ayudar al necesitado, es para todos una exigencia ineludible.  Cada uno habrá de ver cómo hacerlo.

 3.- Nosotros también pensamos, como otros muchos, que en la raíz de este problema y de la situación de pobreza que vive tantísima gente en todo el mundo está el sistema económico capitalista y el neoliberalismo ideológico que lo sustenta. Tiene que ser superado este sistema que empobrece a la mayoría para enriquecer a una minoría. Esta situación es injusta. Estamos al lado de todos aquellos que muestran su disconformidad con el sistema.

 4.-  Es urgente hacer nuevas leyes que regulen el mercado del dinero. Parece que el sistema financiero es quien nos ha llevado a esta situación de empobrecimiento. No puede ser que el criterio para tomar decisiones económicas que afectan a la vida de la gente en todo el mundo sea el conseguir el máximo beneficio en el tiempo más  corto.

 5.- No pueden existir paraísos fiscales, siempre a disposición de los más ricos para evadir sus dineros y evitar pagar impuestos. Hay que luchar decididamente contra el fraude fiscal, la economía sumergida, las horas extras, tener más de un trabajo... Para que el Estado no tenga más déficit del necesario hay ese otro camino de ingresar más. Los reajustes hay que hacerlos en los gastos superfluos, o menos necesarios, y no en las ayudas a los más débiles.

6.- La Iglesia Católica, y también nosotros, en este momento debemos hacer un especial esfuerzo de ayuda a los más necesitados.